Comentario
El cambio político nacido en la bahía de Cádiz fue algo más que el derrocamiento de una reina, y, con ella, de una dinastía. Se presentaba el momento de concretar un conjunto de transformaciones que variasen la esencia del contexto político y racionalizasen la vida económica; en suma, que democratizasen la vida política y destruyesen las trabas que se oponían a la modernización del sistema económico. Estaba en juego la implantación, en toda su potencialidad, de los principios del liberalismo democrático que ensancharan los cauces participativos, en un intento de socializar la vida política, integrando al conjunto de la ciudadanía en un nuevo modelo de actuación liberal.